El caballete de campaña
Llevo muchos años saliendo al campo con mi caballete de campaña para pintar el paisaje al óleo. Conozco el desasosiego del principiante, que no sabe cómo acometer su obra. Por eso, puedo orientarle, mostrándole cómo analizo para él el escenario que deseamos representar en nuestro lienzo y le explico la manera de aislar el fragmento que nos interesa. Después, le enseño cómo sintetizar el motivo y cómo conviene organizar el conjunto en su composición armoniosamente, considerando el equilibrio de las masas y la entonación o la deliberada disonancia del color.
Considerando que el alumno se desenvuelve razonablemente bien con el óleo y tiene ya mano para el dibujo y nociones de perspectiva y de anatomía, yo le enseño específicamente a analizar el paisaje y a simplificar lo que ve para poderlo representar en su lienzo. Puede llegar a pintar entre uno y tres cuadros por jornada.
Cada participante lleva su mochila y:
• Su caballete de campaña, lienzo o lienzos y óleos y pinceles, aguarrás, etc..
• Ropa cómoda y calzado adecuado para caminar por senderos.
• Comida para el descanso hacia las dos de “mediodía” y bebida suficiente para no deshidratarse durante todo el día.
Un autobús o varios coches nos llevan por la mañana, muy temprano, y nos recogen a la puesta de sol. En quince o veinte salidas, puedo conseguir que los participantes pierdan el miedo a interpretar el paisaje directamente del natural y obtengan resultados satisfactorios.