Aprovechando mi ya larga experiencia de salidas al campo, cerca de mi casa, y en mis viajes por tantos países, puedo sistematizar la enseñanza progresiva para que los alumnos aprendan a sintetizar los elementos básicos de la naturaleza y de la arquitectura, así como la figura humana a integrar en sus apuntes, y sus correspondientes texturas, de modo que, finalmente, puedan componer sus paisajes, captados del natural en unos pocos minutos.
Considerando que el alumno tiene ya mano para el dibujo y nociones de perspectiva y de anatomía, yo le enseño específicamente a analizar el paisaje y a simplificar lo que ve para poderlo representar en su cuaderno. Puede llegar a tomar entre diez y veinte apuntes en una sola jornada.
Cada participante lleva en su mochila:
• Su cuaderno para apuntes de viaje de tamaño A4 y un pincel Letraset Tría, cargado con tinta china negra.
• Ropa cómoda y calzado adecuado para caminar por senderos.
• Comida para el descanso hacia las dos de “mediodía” y bebida suficiente para no deshidratarse durante todo el día.
Un autobús o varios coches nos llevan por la mañana, muy temprano, y nos recogen a la puesta de sol.
Podemos tomar apuntes, exhaustivamente, de una misma zona o recorrer lugares muy variados, en diferentes jornadas, desde montañas hasta playas, pasando por campos y huertas, sin olvidar las vistas urbanas y los monumentos.
Se puede aprovechar para recoger en nuestros cuadernos de viaje todos los lugares de interés de los alrededores del municipio que contrata el curso de iniciación a los apuntes de viaje.
Para que el curso resulte realmente provechoso, conviene programar un mínimo de doce o quince salidas, que pueden tener lugar un sábado o domingo cada quince días.